Como sabemos, con el paso de los años la piel pierde su capacidad de regeneración y tiene mayor dificultad para almacenar la humedad, por ello, las personas de avanzada edad tienden a tener la piel más seca y con menor elasticidad.
Durante el otoño y el invierno la piel seca puede provocar erupciones cutáneas, grietas en rodillas y codos, inflamación, picazón severa, eccema (afecciones dermatológicas) e incluso heridas sangrantes, produciendo el riesgo de infecciones bacterianas que son muy peligrosas para los adultos mayores.
A continuación podrás conocer algunas recomendaciones para cuidar tu piel en esta época:
Beber mucha agua
El cuerpo debe estar suficientemente hidratado, el agua que bebemos se almacena primero en los órganos y, finalmente, llega a la epidermis. En los ancianos la deshidratación más leve tiene un gran impacto en la salud y en la piel.
Las personas mayores no suelen tener sed, pero es necesario que procuren beber al menos ocho vasos de agua diariamente para mantener hidratada su piel. También pueden beber infusiones, pero sin dejar nunca de beber agua.
Hidratar la piel después del baño
Se recomienda usar siempre un gel de ducha y un champú suave para las personas mayores. Después del baño o la ducha hay que secar muy bien la piel para eliminar el exceso de agua. Inmediatamente después se debe aplicar una loción hidratante. Es importante incidir en las zonas del cuerpo que tienden a secarse con más facilidad, como los codos, las rodillas, los pies y las manos.
Se recomienda optar por cremas hidratantes especialmente elaboradas para la piel de las personas mayores. De no ser posible, se pueden aplicar productos destinados a la piel del bebé, ya que son muy suaves y poco agresivos y, por lo tanto, también son adecuados para la piel de las personas mayores.
Bajar la temperatura del agua
La temperatura del agua extremadamente alta es muy mala para la piel. El agua muy caliente puede destruir los aceites naturales que mantienen la piel hidratada y saludable. Bajar la temperatura del agua unos pocos grados reduce el riesgo de sufrir erupciones cutáneas o de padecer de piel agrietada.
Usar bálsamo labial
Es muy molesto tener los labios agrietados, además de ser un síntoma de que la piel no está sana. Afortunadamente, un bálsamo labial contiene los ingredientes necesarios para proteger los labios del frío, del aire seco y de la luz solar directa. La manteca de karité y la vaselina son también excelentes opciones para las personas mayores que tienen los labios secos.
Revisar diariamente el estado de la piel
Es necesario realizar controles diarios del estado de la piel y comprobar si las manchas o lunares presentan algún tipo de cambio, en cuanto a su tamaño, forma o color. De ser así, se debe consultar con el médico de inmediato. Además se debe examinar la piel y comprobar si presenta hematomas, descamación, irritación, picazón persistente o cualquier otro signo que pueda ser síntoma de alguna patología.