Los seres humanos tenemos alrededor de 60 mil vasos sanguíneos. Por ellos se trasladan el oxígeno, los nutrientes y los elementos que necesitan nuestros órganos para funcionar.
Con el paso de los años, el sistema circulatorio -arterias, venas y vasos sanguíneos en general- puede deteriorarse. Entre los síntomas que produce este problema están entumecimiento de pies y manos, piel seca y uñas débiles y dificultad para sanar heridas, en particular si tienes diabetes.
En el sitio especializado en salud WebMD, se recomiendan algunos hábitos que, si bien no sustituyen la opinión de tu doctor, ayudan a que te mantengas saludable y favorecen una mejor circulación sanguínea:
Deja la nicotina
Nunca es tarde para dejar de fumar. La nicotina, ingrediente activo de cigarrillos y del tabaco usado en cigarrillos electrónicos, daña las arterias y espesa la sangre, lo que dificulta su paso fluido.
Controla tu presión arterial
Tras recibir las indicaciones de tu médico, controlar la presión es una buena forma de estar alerta ante posibles problemas de salud. Si está muy alta, puede ser signo de arteriosclerosis, condición que rigidiza las arterias. Existen aparatos para medirla que son simples de utilizar. Consulta con tu doctor cuáles son los rangos en que debe estar la presión y con qué frecuencia la debes chequear.
Toma agua
La mitad de nuestra sangre se compone de agua, por lo tanto para mantenerla en movimiento necesitamos estar hidratados. Trata de tomar ocho vasos de agua al día y, en días de calor o en que hagas ejercicio, procura ingerir un poco más.
Haz pausas saludables en movimiento
Estar sentado por horas, ya sea en un escritorio o en algún sillón, dificulta que la sangre circule fácilmente e incluso que llegue bien a tu corazón. Si debes estar sentado mucho rato, haz pausas en esa actividad y párate, camina un rato y estira tus piernas.
Ejercicios de bajo impacto
Hacer yoga es una excelente forma de mantener la circulación sanguínea adecuadamente. El movimiento favorece la oxigenación de los tejidos y, algunos movimientos de esta práctica, incluso ayudan a que la sangre llegue mejor al cerebro.
Ejercicios aeróbicos
Aeróbico significa “con oxígeno”. Por lo tanto cuando caminas, corres, andas en bicicleta, bailas o nadas, usas más oxígeno para mover tus músculos. Esto favorece el bombeo de sangre, fortalece el corazón y baja la presión. Practica estos ejercicios y aumenta la intensidad de modo gradual por al menos tres días a la semana. No es necesario que vayas a un gimnasio. Incluso las caminatas contribuyen.
Calcetines o medias adecuadas
Consulta con tu doctor el uso de medias compresoras, las que usualmente se recomiendan para quienes hacen viajes largos en avión. Estas previenen la formación de coágulos en las piernas, por lo que pueden ser una alternativa a evaluar.
Más verduras, menos carne y menos sal
La alimentación balanceada donde predominan las verduras, las frutas y la fibra por sobre las carnes rojas y las grasas, tiene una serie de beneficios, entre ellos la prevención de tus índices de colesterol y presión.
Nunca es tarde para comenzar. Introducir simples cambios a nuestros hábitos, puede hacernos sentir mejor, tener más energía y disfrutar de la vida.