1. Define quién contará la historia
Antes de comenzar a escribir, debes tener claro quién contará la historia y cómo lo hará, es decir, necesitas definir el narrador y el tiempo. Esto te ayudará a imaginar la perspectiva desde la cual se contarán las cosas, pues no es lo mismo utilizar un narrador protagonista, cuyo conocimiento se limita a lo que es capaz de ver, escuchar y experimentar, que valerse del conocimiento absoluto que ostenta el narrador omnisciente.
2. Dale un propósito a tu personaje
En todas las historias, no importa si son novelas o cuentos, el personaje principal debe tener un objetivo claro, aunque el propio personaje no esté seguro de lo que quiere. Conocer el objetivo de tu personaje será crucial para entender cómo guiar sus pasos y qué debe hacer para alcanzar su meta.
3. Ubica al personaje en una época y espacio determinados
Es importante que desde el inicio del relato se especifique o se den indicios para descubrir en qué época y en qué parte del mundo se desarrolla tu historia, no importando si se trata de un lugar real o ficticio. Esto permitirá que el lector se interese desde el primer momento por saber más detalles, además de ayudarlo a imaginar la vida de tu personaje.
4. Introduce un acontecimiento importante
Tu mayor reto es atrapar al lector en el instante mismo en que empiece a leer tu novela o cuento, así que debes introducir al comienzo un acontecimiento que marque un antes y un después en la vida del personaje, algo que genere interés por lo que ocurrirá a continuación.
También existe la opción de recurrir a la técnica de la premonición, un recurso de la anacronía, es decir, empezar por lo que sería el final del relato y desarrollar el resto de la historia para que el lector descubra cómo se produjo esa conclusión.
5. Utiliza un recuerdo
Valerse de los recuerdos de uno de los personajes para iniciar tu historia también es una buena técnica, pues de entrada cuentas algo sobre su pasado, lo ubicas en su presente y generas interés por lo que ocurrirá.
6. Deja pistas o siembra una intriga
Si en tu novela o cuento se narran hechos violentos, como muertes, valerse de este recurso al principio de la historia es una manera de impresionar al lector. No es necesario que des detalles gráficos al respecto, solo los suficientes para plantar las ganas de continuar leyendo.
7. Invita al lector a descubrir
Similar a la intriga que siembra un hecho violento, al comienzo de tu texto puedes valerte de preguntas o términos que inviten al lector a descubrir de qué se tratan.
8. Tus personajes son especiales
Incluso en las historias donde se pretende narrar la vida de supuestas personas comunes, si crees que existe algo digno de narrar, es porque tus personajes son “especiales”; al final, la vida cotidiana tiene sus sorpresas, ¿por qué no hacerla ficción? Cuando lo hagas, debes tener en cuenta este carácter “especial” de tus personajes, solo así serás capaz de mantener la atención.
9. Usa tus palabras
Si te interesa que el lector se enganche con tu libro, debes usar tus palabras, por lo que comenzar el relato valiéndose de una cita o fragmentos del texto de un autor reconocido, así sean dichas por tu personaje, no es la mejor idea. Es tu obra y necesitas trabajar en tu manejo del lenguaje hasta que seas capaz de lograr esa atracción en los lectores.
Este artículo fue escrito por:
Zorayda Coello Freitas
Editora de Aguja Literaria