Esta receta de "pan frito" llegó a América alrededor de 1720 gracias a los colonizadores españoles, quienes los llamaban sopaipa, cuyo significado era pan mojado en aceite. Luego, fueron bautizadas como sopaipillas en honor a un ave.
El toque criollo es el baño de chancaca, el cual consiste en pasarlas por un almíbar hecho con este producto típico de la repostería chilena, el cual se elabora con azúcar sin refinar y melaza. En este caso y para acompañar las sopaipillas, la chancaca se disuelve en agua saborizada con canela y cáscara de naranja o limón.
· Para las sopaipillas:
· 1 taza de puré de calabaza
· 1 taza de harina (140 gramos)
· 4 cucharadas soperas de aceite de oliva
· 1 pizca de sal
· 1 cucharadita de paprika
· 1 cucharadita de cúrcuma
· 250 mililitros de aceite para freír
· Para el almíbar:
· 50 gramos de azúcar (¼ taza)
· 1 taza de agua (240 mililitros)
· 1 cáscara de limón o naranja
· 3 clavos de olor
· 1 rama de canela
· 250 gramos de panela
1. Empezaremos con la preparación de las sopaipillas. En un bol cierne o tamiza la harina. Agrega el puré de calabaza, la sal, la cúrcuma y la paprika. Integra con movimientos envolventes para unificar todo.
2. Amasa hasta que la masa de las sopaipillas sea moldeable y suave. Si necesitas más harina, agrégala poco a poco encima de la masa y amasa por unos minutos más.
3. Ahora le daremos la forma de sopaipillas a la masa. Con un rodillo estira la masa en una superficie plana y corta círculos medianos de unos 10 centímetros de diámetro. Con un tenedor o palillo haz unos agujeros a través de la masa para que no se infle en el aceite.
4. Calienta el aceite por 5 minutos antes de sumergir una sopaipilla. Puedes verificar la temperatura arrojando una bolita pequeña de masa. Deberá hacer mucha espuma al tocar el aceite, si solo hace unas pequeñas burbujitas, todavía le falta calentar más.
5. Cuando la sopaipilla esté doradita puedes sacarla y dejarla en una rejilla o papel absorbente para que desprenda el exceso de aceite.
6. Mientras reposan las sopaipillas, prepara el almíbar. Junta todos los ingredientes en una olla y llévalos a hervor a fuego medio-alto, revolviendo constantemente.
Truco: Procura que la olla sea profunda y que quede el doble de espacio libre, ya que al hervir crece mucho.
7. Pasados unos 15 minutos empezará a espesar, si crece mucho la espuma apártalo por unos segundos del fuego y disminuye el calor.
8. Sumerge una por una las sopaipillas en el almíbar hasta que queden bien empapadas, cocina por 2 o 3 minutos cada una, aproximadamente.
9. Cuela el resto del almíbar y viértelo encima de las sopaipillas. Sirve en un plato hondo y disfruta de tus sopaipillas pasadas.