¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un estado de malestar, una sensación de vulnerabilidad, de intranquilidad, de miedo y que tiene origen en cualquier situación que nos genere tensión.
Ante situaciones cotidianas como algún chequeo médico o situaciones que vayan a generar un cambio en nuestra vida o que nos generan un gran impacto, como una discusión, una mudanza, etc. se ponen en marcha una serie de respuestas físicas con el objetivo de protegernos.
La ansiedad también es una respuesta adaptativa
En muchos casos es una respuesta adaptativa, ya que la “ansiedad” nos ayuda a protegernos de nuestro entorno y a la vez nos impulsa a realizar el esfuerzo, como no enojarnos cuando nos visita alguien, no llegar tarde al examen médico, etc.
Si la ansiedad la sientes de forma habitual, es un problema
Todo el mundo experimenta nervios en alguna ocasión, y por lo tanto, la ansiedad es una reacción completamente natural y en muchos casos necesaria. Para algunas personas la ansiedad no es una respuesta puntual a una situación determinada, sino un estado habitual. Si esto ocurre, tiene grandes repercusiones en la calidad de vida de estas personas. Y si la ansiedad se prolonga a lo largo de mucho tiempo, puedo incluso llegar a ser crónica.
¿Cómo puede manifestarse la ansiedad?
Es importante que podamos identificar a tiempo los síntomas de la ansiedad, y saber cómo actuar para tenerlos bajo control.
La ansiedad puede variar de una persona a otra y pueden aparecer síntomas psicológicos y/o físicos. Los más comunes son:
Síntomas psicológicos
Síntomas físicos
¿Cómo puedo controlar la ansiedad?
La ansiedad es un círculo vicioso del que es difícil salir, por lo tanto, controlar la ansiedad no es tarea fácil y tampoco existe un remedio universal que se adapte a todas las personas. Existen, eso sí, algunas acciones útiles para reducir los síntomas, por ejemplo:
A veces, nuestra tendencia natural suele ser obviar el problema, pero este mecanismo lejos de ayudarnos, lo que genera es postergar la solución. El problema volverá a aparecer y aún será más grave, ya que con el hecho de mirar hacia otro lado nuestro cerebro lo entiende como algo que nos preocupa y que es realmente importante y lo estamos magnificando.