Pocas parejas han marcado la historia de la humanidad en todos los sentidos como lo hizo la formada por Cleopatra y Marco Antonio, una leyenda en la que el amor y el poder mantuvieron un pulso. Cleopatra VII, última reina de Egipto, conoció a Marco Antonio poco después de que su entonces pareja, Julio César fuese asesinado por sus propios compatriotas y ella se viera obligada a huir con el hijo que tuvieron en común. Marco Antonio, sucesor entonces de César, la mandó llamar para reprocharle que no hubiese actuado como una aliada fiel durante una de las grandes batallas, pero la egipcia no tenía intención de pedirle disculpas sino de conquistar su corazón.
Tras cuatro días de negociaciones y abrumado por la cultura y los planes de conquista de la reina, Marco Antonio lo dejó todo por amor, se trasladó a vivir con ella, como rey que sería y comenzó así un romance que duraría 14 años. Rupturas, reencuentros y tres hijos después, el fin llegó con dos trágicas muertes en las que el amor del uno por el otro prevaleció. No sorprende que, en la ficción, la pareja formada por Elizabeth Taylor y Richard Burton en la película Cleopatra ganara seguidores por momentos, como lo hizo, fuera del celuloide, la turbulenta relación que ambos actores mantuvieron durante más de 10 años.
Amigos, compañeros de profesión, respetados colegas y una pareja poco previsible. Pierre Curie era protestante, francés y un brillante egresado de la Universidad de la Soborna que se ganó el puesto, en 1892, de jefe del laboratorio de la Escuela de Física de París. Marie, sin embargo, era atea, de nacionalidad polaca, concretamente de Varsovia y con raíces humildes. Aunque curiosa y culta, no había tenido la oportunidad de pisar la universidad hasta que a sus 24 años se instaló en París para terminar por licenciarse en Física y Matemáticas. Ambos se conocieron cuando un ilustre profesor los reunió para presentar un proyecto y en 1895, sin esperas, se casaron en Sceaux. El resto es historia, pues en su legado no solo destacan dos hijas (Irene y Eve), también numerosas aportaciones a la ciencia e incluso un Premio Nobel.
La relación que mantuvieron Ava Gardner y Frank Sinatra no fue precisamente una tradicional, ni mucho menos modélica, pero no cabe duda de que en ella hubo mucho amor, a veces racional y otras (las más numerosas) disparatado. Cuatro años dieron para mucho: pasión, celos o desenfreno son los grandes ingredientes de su historia. Aunque se vieron por primera vez en un club nocturno, no fue hasta tres años más tarde cuando tuvieron su primera cita. Empezó así un romance por el que el actor pidió el divorcio a su esposa, Nancy Barbato y se sucedieron escenas y discusiones públicas que no supusieron ningún freno a su noviazgo. Se casaron en noviembre de 1951, contra todo pronóstico y el divorcio llegaría dos años más tarde. Hay informaciones que apuntan a que la pareja siguió viéndose esporádicamente hasta la muerte de Ava, en 1992, cuando se descubrió que ella tenía una foto junto a él en su mesa de noche.
Los actores, Humphrey Bogart y Lauren Bacall eran Rick Blaine e Ilsa Lund en la ficción, protagonistas de Casablanca, el filme histórico dirigido por Michael Curtiz. Blaine debía escoger entre el amor y lo correcto: ayudar o no a su amante, Lund, a huir de Casablanca junto a su marido, con el fin de luchar contra el nazismo. Al principio, cuando se estrenó, no obtuvo tanto éxito como el que fue ganando con el paso de los años, posicionando a la historia y sus protagonistas en lo más alto del séptimo arte. Con varios premios Óscar a sus espaldas, la cinta es uno de los grandes nombres del cine clásico y cuenta con numerosos y merecidos galardones.
Dirigida por el propio Clint Eastwood y protagonizada por el mismo actor y Meryl Streep, Los Puentes de Madison es uno de los relatos más aplaudidos, por crítica y público, en la historia de la gran pantalla. Cuatro días bastaron para que Francesca (Meryl Streep), ama de casa de origen italiano residente en el oeste de Estados Unidos, viera transformada su vida tras conocer a un fotógrafo llamado Robert (Clint Eastwood) en una feria local. Comienza así una apasionada aventura tan romántica como memorable, que ya es un emblema para los estudiantes (y amantes) del cine.