Simples acciones y rutinas que propician tu actividad mental y bienestar emocional. Síguelas y mejora tu ánimo.
Dale una banda sonora a tu vida
Cuando escuchas tu lista de música favorita, el cerebro se pone a trabajar. No solo nos pone más alertas, sino puede llegar a mejorar la memoria y el ánimo. La razón es que las notas musicales se organizan de modo matemático y tienen relación unas con otras. Es así que el cerebro trabaja buscando el sentido de la estructura de las melodías.
Hacer nuevos amigos
Además del cariño y la compañía, conocer nuevas personas y crear nuevos lazos mejora las funciones ejecutivas del cerebro tanto como hacer un puzzle. El set de habilidades mentales que se desarrollan son la memoriua a corto plazo, el poder de concentrarse y evitar distracciones. ¿Cómo ayuda conversar 10 minutos con un amigo? Escuchar un punto de vista nuevo y tratar de ponerse en sus zapatos ayuda al cerebro a pensar de nuevas formas.
Reírse
El estrés gatilla que el cerebro libere una hormona llamada cortisol, que dificulta pensar claramente. A lo largo del tiempo, los altos niveles de estrés pueden causar problemas en el aprendizaje y en la memoria. Una buena forma de evitarlo y proteger al cerebro es reír. Los niveles bajos de cortisol ayudan a un cerebro sano.
Salir
Ya solo con mirar la naturaleza se produce un efecto calmante. Por este motivo, pasar tiempo fuera ayuda al cerebro a descansar del constante flujo de información y estímulos que recibimos durante todo el día. Este descanso redunda en que mejora la capacidad de enfocarse, lo que te hará sentir más creativo y te permitirá resolver problemas de mejor manera.
Cambia tus rutinas
No hay nada de malo en tomar el mismo desayuno a diario o manejar la misma ruta al trabajo. De hecho, los hábitos ayudan al desempeño diario. Pero probar cosas nuevas, aunque sea una vez a la semana, es saludable para el cerebro. Por ejemplo, explorar un nuevo camino a algún lugar o aprender una receta estimula al cerebro a estar en forma.
Concéntrate en una actividad a la vez
El que puedas ver televisión, conversar y revisar tu teléfono a la vez no significa que sea completamente saludable. Cuando el cerebro se ve enfrentado a tantos estímulos simultáneos, tenemos dificultades para concentrarnos, manejar la memoria y pasar de una cosa a otra.