Hacer pan en casa es una actividad relajante y entretenida ideal para los días de otoño e invierno. Disfruta de tu propio pan casero y el inconfundible aroma de pan recién hecho.
El pan casero, al contrario de lo que se cree, no es difícil de elaborar pero sí lleva un tiempo, porque debe reposar al menos una vez (y en muchos casos, dos veces).
Por eso, los días de otoño e invierno son perfectos para atrevernos con estas recetas de pan, ya que disponemos de tiempo y puede ser un buen entretenimiento para los niños. ¡Les encantará amasar y ver cómo crece la masa!
Recuerda que puedes congelar el pan que te sobre para comerlo otro día, solo tendrás que calentarlo unos minutos en el horno y estará listo.
Qué ingredientes necesitas para hacer pan casero
Si nunca has hecho pan, lo primero que debes saber son los ingredientes que necesitas. El pan básico se elabora con solo 4 ingredientes: agua, harina, levadura y sal. Pero debes tener en cuenta que no sirve cualquier harina o levadura.
Harina
Para hacer pan se utiliza habitualmente la harina de fuerza o harina fuerte. Es una harina de trigo duro con mayor proporción de gluten, por lo que absorbe más agua y se obtiene una masa más elástica y consistente.
Se puede mezclar esta harina con otras, como harina integral, harina de espelta, harina de centeno, etc.
Levadura
La levadura que se utiliza para hacer pan es la levadura de panadero. Esta se puede encontrar en los comercios en dos formatos: levadura fresca y levadura seca.
La levadura fresca viene prensada en forma de cubo y debe estar refrigerada. Se puede disolver en un poco de agua antes de añadirla al resto de ingredientes, o se puede desmenuzar directamente sobre la harina para después mezclar todo.
La levadura seca de panadero, por su parte, son unos polvos que también se pueden disolver en agua o añadir directamente.
Se puede usar cualquiera de las dos levaduras, sabiendo que la levadura seca equivale a una tercera parte de la levadura fresca. Es decir, 5 gramos de levadura seca equivalen a 15 gramos de levadura fresca. Si no tienes una de las dos, la puedes sustituir por la otra en esta proporción.
Por otro lado, es un error frecuente utilizar levadura química al hacer pan. La levadura química o impulsor se utiliza para elaboraciones como bizcochos o magdalenas, preparaciones que suben de volumen mientras se hornean. Sin embargo, esta levadura no sirve para las masas que deben fermentar, es decir, reposar para subir de volumen, como los panes o la masa de pizza. Para los panes tradicionales recuerda que debe ser levadura de panadero (fresca o seca).
Otros ingredientes
Una vez te hayas lanzado con un pan básico o tradicional, te animamos a probar otros panes añadiendo los ingredientes que más te gusten a la masa, como semillas (sésamo, lino, chía), cereales (copos de avena), frutos secos troceados (nueces, almendras, avellanas), especias, hierbas aromáticas, queso, perlas de chocolate...
También puedes añadir verduras salteadas como pimientos, cebolla o setas, siempre escurriendo bien el aceite.
Hay infinidad de versiones de pan que se pueden preparar en casa, te animamos a experimentar con diferentes sabores y formas.
Trucos para hacer un pan perfecto
1. Amasar bien
Uno de los aspectos que marca la diferencia es el amasado. Es importante invertir tiempo en amasar hasta que tengamos una masa elástica y que no se pegue en las manos. Si no trabajas la masa el tiempo suficiente, se notará en el resultado.
2. Cómo hacer que la masa suba más rápido
También es importante respetar los tiempos de reposo para que la masa doble su volumen. Si en tu casa hay una temperatura baja y le cuesta subir, un buen truco es calentar el horno a 50ºC (el mínimo) unos 5 minutos, apagarlo e introducir la masa dentro para fermentar. De este modo, gracias al calor, subirá más fácil y rápido.
3. La importancia del vapor en el horneado
Cuando vayas a hornear el pan, introduce la bandeja con la masa, vierte medio vaso de agua en la parte inferior del horno (sobre el fondo) y cierra inmediatamente.
Otra opción es colocar un recipiente con agua en la parte inferior del horno mientras se hornea el pan.
De este modo, el pan se hará al vapor y quedará una corteza con mejor aspecto y un pan más consistente.
4. Enfriar sobre una rejilla
Una vez está hecho el pan y lo sacas del horno, es importante dejarlo enfriar sobre una rejilla. Si te saltas este paso, puede ablandarse la corteza en la parte inferior y no quedará bien.
Es el pan más sencillo y solo lleva como ingredientes harina, agua, aceite de oliva, levadura y sal. Este pan es perfecto para iniciarse en este mundo.
Puedes elaborarlo en forma de la tradicional barra de pan o redondo como una hogaza. Si quieres darle un toque especial, puedes añadirle a la masa una mezcla de semillas (sésamo, lino, chía...).