El cáncer de mama es uno de los cánceres más comunes del mundo y la primera causa de muerte de mujeres en Chile.
En esta enfermedad se forman células malignas en los tejidos de la mama y, debido a sus altos niveles de mortalidad, es fundamental tener presente los síntomas iniciales para poder detectarlo de manera temprana.
El cáncer de mama puede presentar diversos síntomas, aunque en su etapa inicial podrían no ser tan evidentes.
Las señales de alerta del cáncer de mama, de acuerdo al Ministerio de Salud (MINSAL), son:
• Nódulo o bulto nuevo en la mama o axila.
• Aumento del grosor o inflamación de una parte de la mama.
• Irritación o hundimiento de la piel de la mama.
• Hundimiento del pezón o dolor en la zona.
• Secreción de pezón (no láctea).
• Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.
• Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón o la mama.
• Dolor en cualquier parte de la mama.
"Si presentas alguno de estos signos, acude a un centro de atención primaria con un médico/a o matrón/a, quien solicitará exámenes como mamografía y ecografía mamaria", indican desde el MINSAL.
Tras las sospechas, se derivará a la realización del examen correspondiente para confirmar o detectar la enfermedad.
Aunque no existe una manera de prevenir la enfermedad, los hombres y mujeres pueden tomar medidas preventivas, como realizarse autoexámenes mamarios mensuales, a partir de los 20 años, para detectar posibles cambios en los senos.
El cáncer de mama cuenta con diversos factores de riesgo, incluyendo una predisposición genética.
El laboratorio Genera detalló que algunos de los factores que podrían aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer de mama, según estudios, son:
• Edad avanzada: la probabilidad de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad, con la mayoría de los diagnósticos realizados después de los 50 años.
• Mutaciones genéticas: las mujeres que heredan mutaciones en ciertos genes, como BRCA1 y BRCA2, tienen un riesgo más elevado de cáncer de mama y ovario.
• Historial reproductivo: iniciar la menstruación antes de los 12 años o entrar en la menopausia después de los 55 años expone a las mujeres a hormonas durante períodos más prolongados, lo que incrementa el riesgo.
• Antecedentes familiares: tener parientes cercanos con antecedentes de cáncer de mama o cáncer de ovario eleva el riesgo.
• Radioterapia previa: recibir radioterapia en el pecho o senos antes de los 30 años es un factor de riesgo.