Durante los últimos 50 años, los trasplantes de órganos pasaron de ser una terapia experimental a una terapia consolidada y masivamente practicada a nivel mundial, que ha sido capaz de recuperar a pacientes con daños hepáticos y cardíacos severos y darles una sobrevida importante. En Chile se vivió un año histórico en esta práctica el 2019, con récord en operaciones. Sin embargo, el COVID-19 y una población con baja donación de órganos ha impactado negativamente este tipo de intervenciones, según médicos especialistas del Hospital Clínico de la U. de Chile.
Respecto al año pasado las cifras son mejores, respecto a numero de donantes y trasplantes realizados, sin embargo, si se analiza el panorama más amplio, la mejora es muy baja. La velocidad con que se han ido normalizando todas las instalaciones que existían tradicionalmente para el manejo de donantes ha sido muy lenta, aún no han logrado recuperarse al 100% e incluso, existen sectores que todavía permanecen cerrados. Esto significa, entre otras cosas, que la nueva legislación que hizo que todos somos donantes por defecto, incluso sin consultar a la familia, no ha dado los frutos esperados. Es necesario además, mejorar la organización, la red de detección, es decir, la logística que involucra un proceso tan complicado como lo es la donación de órganos.
Chile tiene una tasa de 10,4 donantes por millón de habitantes, la misma que el promedio de Latinoamérica, pero lejos de países de la OCDE como España, que tiene una tasa de 49 donantes por millón de habitantes.
Lista de espera :
17 pacientes por un corazón
34 pacientes por un pulmón
24 pacientes por páncreas
154 por un hígado
2.130 por un riñón