Demos la bienvenida al último mes del año 2022!. Mes de celebración y también de reflexión: ¿Qué he aprendido este año?, ¿qué he compartido este año?, ¿a quiénes he amado este año?, ¿qué agradezco de este año?, ¿qué sueños me quedan aún por cumplir?… aún tenemos 31 días por delante para hacer algo al respecto antes de fin de año!. Para cerrar el año mejor de lo que lo empezamos!. Aprovechemos cada instante porque es una nueva oportunidad.
Diciembre está cargado con un simbolismo espiritual importante. Al ser el último mes del año representa finales de ciclos, pero también nuevas oportunidades, también ocurre el solsticio de verano y tiene lugar una de las festividades religiosas más celebradas en el mundo: la Navidad.
Esta época es de emociones contrastantes. Las personas suelen reflexionar sobre las cosas que sucedieron desde comienzos de año y de navidades pasadas, sin embargo, también es un mes en el que la alegría y la esperanza se nota en la gente.
La palabra “diciembre” deriva del latín “decem” cuyo significado es “diez”. Esto se debe a que antes de que comenzara a regir el calendario actual, era el último mes de un calendario de 10 meses. Por lo tanto, desde hace muchos siglos diciembre representa el final y siempre será una época para recordar lo hecho durante el periodo que está por terminar.
Por su lado, el solsticio de verano anuncia el inicio de los meses más cálidos, ya que el Sol alcanza su máxima declinación proyectando así su luz sobre la máxima latitud geográfica de la Tierra. El solsticio de verano es un concepto astronómico que representa la cosecha, la abundancia y la fertilidad, siempre con el Sol como protagonista y símbolo central.