Al hablar de dependencia hacemos referencia a la incapacidad para realizar, de manera autónoma, las actividades básicas de la vida diaria como bañarse, comer y caminar. La responsabilidad de cuidar y acompañar a otro ser humano puede generar ansiedad, angustia, cansancio y marcada sobrecarga.
A continuación, descarga el PDF para que encuentres unos consejos para evitar al máximo estas sensaciones negativas y así minimizar el lado negativo de acompañar:
La rutina debe incluir tiempo dedicado a cuidar a quien depende de mí, tiempo para mi descanso físico y mi descanso emocional. El tiempo dedicado al cuidado de otra persona también debe tener claramente definidas las actividades y los horarios.
Si estoy empezando a desempeñar mi labor como cuidador, debo tener claro que mi vida cambia. Por esto, debo reorganizarme a nivel personal, familiar y social.
Debo aceptar que por momentos me siento impotente, frustrado y hasta irritable. Si lo logro reconocer a tiempo debo procurar apartarme un rato, descansar y luego retomar mi labor. No podemos permitir que nuestro cansancio nos lleve a maltratar a un ser humano que no puede defenderse.
Programemos espacios de diálogo, acompañamiento y diversión para disfrutar todos, incluyendo a la familia de quien estoy cuidando.
Podemos unirnos a grupos de apoyo para mantenernos conectados con personas que están en nuestra misma situación y que comprenden lo que estamos viviendo. Será de gran ayuda para aumentar nuestra motivación, obtener apoyo emocional y cultivar nuevos lazos de amistad.
En nombre de toda la comunidad les agradecemos infinitamente la labor que hacen cuidando a otros que así lo requieren. Su labor es muy importante y valiosa para nosotros.
Escrito por: Victoria Eugenia Arango Lopera, médica internista-geriatra asesora en envejecimiento y vejez en IPS SURA Colombia.