Empecemos por lo primero. ¿Qué es un ataque de pánico? Para entenderlo, tenemos que saber que los trastornos de pánico son el tipo más común de trastornos de ansiedad.
La ansiedad puede ser normal en todas las personas, pero se convierte en un tema patológico cuando no le permite al paciente hacer una vida normal y esos sentimientos interfieren con su tranquilidad.
También se considera patológica cuando no tiene una fuente específica que la genere, es decir, es normal sentirnos ansiosos cuando algo muy importante va a suceder en el futuro o cuando algo pasó y nos da miedo lo que vaya a desencadenar. Lo que no es normal es cuando nos sentimos ansiosos sin causa aparente y es ahí cuando es necesario que consultemos con un especialista en el tema para que nos ayude.
Entonces, el trastorno de pánico es cuando se presenta un alza de ansiedad precipitada y sin motivo que tiene estos síntomas físicos:
No hay una explicación fisiológica para los ataques de pánico, pues son el resultado físico de un problema mental. Sin embargo, sí hay un tratamiento para el trastorno del pánico.
Lo más importante es que el paciente logre superar el episodio del ataque de la manera más tranquila posible. Para eso, los expertos recomiendan seguir estos pasos:
Después de superado el episodio, es muy importante que se considere la opción de visitar a un profesional de la salud mental, quién puede ayudar a controlar la ansiedad en general, reducir su frecuencia y la dureza de los ataques de pánico.
La mejor manera de combatir un trastorno de ansiedad es de la mano de la terapia psicológica.