Cocinar con niños es una actividad que todos en casa van a disfrutar. Además, está demostrado que entre más involucrados estén los niños con la preparación de los alimentos, más probable es que disfruten el momento de comer y que estén abiertos a comer cosas nuevas.
En EstarBien en Casa queremos presentarte 3 recetas para hacer con tus nietos: una de almuerzo, una dulce y un snack que estamos seguros de que a todos les van a gustar.
Además de pasar un rato delicioso en familia, son muy fáciles de preparar. Recuerda siempre mantener a los niños pequeños alejados de la estufa y del horno.
Ingredientes para una porción:
Preparación:
Cocina la pasta normalmente y, cuando esté lista, sácala del agua caliente. Remójala en agua fría y mézclala con el colorante azul. Estas serán las olas del mar.
Prepara las salchichas en agua caliente mezclada con colorante rojo y pártelas en 4 o 5 pedacitos cada una. Luego, con un cuchillo parte cada tronquito con tentáculos y ponlos a sofreír. Cuando estén, tendrás tus pulpos.
Puedes ponerte tan creativo como quieras para decorar el plato marino.
Ingredientes:
Preparación:
Toma una tajada de pan y recorta los bordes con un cuchillo. Después, aplánala con un rodillo. Échale encima las salsas que quieras: crema de maní, mermelada, chocolate, arequipe, salsa inglesa o crema batida. Parte el pan por la mitad o en tercios y luego enróllalo con mucha delicadeza.
Puedes utilizar palillos para que los rollitos se mantengan armados.
Decora el plato con todas las frutas que quieras y con crema chantilly.
Ingredientes:
Preparación:
Mezcla la mantequilla derretida con la yema de huevo y revuelve hasta que esté incorporado. Después adiciona el azúcar, la sal y la esencia de vainilla. Cuando esté todo homogéneo, ve añadiendo la harina de a poquito.
Revuelve todos los ingredientes en el pocillo y llévalo 40 segundos al microondas.
Recuerda tener siempre mucho cuidado porque la cocina está llena de riesgos, especialmente para los niños más pequeños. Procura que los niños disfruten de todo el proceso, porque ellos no se van a acordar del sabor de los platos cuando estén grandes, pero sí de todo lo que sintieron mientras pasaban tiempo contigo.